[Agárrate duro, este tren va rápido.]

-Corre, corre, que después no hay tiempo.
-No, no. Cálmate. ¿No te parece que debemos esperar?
-¿Esperar qué?, este es el momento. No hay tiempo que perder.
-Si hay tiempo, disfrutemos del tiempo. No hay necesidad de correr.
-¿Tienes miedo a caerte?... vamos, no tengas miedo, no lo harás, te prometo que no.
-Tengo miedo a que no me levantes.
-¿Qué?, ¡por dios!.
-Si, mejor no nos precipitemos, quedémonos aquí.
-No, no va a pasar nada malo, yo te levantaré, no sé por qué lo dudas. ¿Cuál es la desconfianza?.
-Esperemos. Simplemente esperemos.
-¿Realmente eso quieres?.
-Pues... no.
-Entonces... ven conmigo.

(y algo muy lejos... se cayó)

Para todos aquellos que se sacuden el pantalón después del coñazo.