jueves, 23 de agosto de 2007

Visita corta. (Bienvenido)


Otra vez te asomas tras la puerta, calladito.
Tu recuerdo nos lleva a cantarte, invocarte.

Ven, pasa, esta noche es tuya.
Nuestro invitado de honor nos trae su presencia,
nos trae su voz, su sonrisa,
y su manera singular de responder.
Si, tranquilo, hay ron como te gusta,
y tu chica multicolor te trajo chocolates.
no te preocupes, no sacudas tus pies en la alfombra,
es mejor quedarse con tu presencia por más tiempo.
Nosotros, en cambio, lo haremos por ti, para dejar lo malo afuera y sólo entrar con lo necesario: afecto.

Toma asiento. Si, en primera fila.
Queremos verte sentadito disfrutando la función,
con tu gesto analítico y el cigarro en la boca.
Nos gustaría que pasaras por cada mesa, por cada persona,
a decirles cómo te ha ido, cómo te va allá tan lejos,
si de verdad no es tan frío como dicen ni tan azul como parece.
Posa tu mano en esa cabellera larga y triste que está en aquel rincón, solitaria y callada,
te ha recordado tanto que ha llorado en silencio.
Explícale tu partida y tu regreso esta noche.
Brinda con nosotros, con humor despeinado,
y canta algo corto para entrar en calor.


Las luces dejan ver tu color, pálido pero no triste.
Tus canciones suenan distintas, pero a ti parece encantarte.

¿Ya es hora de irse?, ¿tan pronto?
Quédate un rato más.
Los instrumentos te lo piden y las voces te lo dicen.
Tu visita fue tan corta, nos engañaste a todos.
Bueno está bien, vete con cuidado,
la botella está medio vacía, si quieres te la llevas.
¿Cómo pides que no lloremos si te vas de nuevo?
No sabremos cuando vienes, ni nos escribes tampoco.
Este abrazo grupal te parece cursi, pero es lo que podemos darte.
Gracias por la visita, por tu presencia bonita,
Nosotros seguiremos aquí,
recordándote, cantándote… escuchándote.

Feliz viaje de regreso.

[Otro escrito para el señor buba. Aún se le extraña.]

No hay comentarios.: