miércoles, 24 de octubre de 2007

Tristeza inferior




El piso frío con mis pies calientes.

Me aguanto de nuevo de mis cabellos.

Esta vez, mi cuerpo se deprime.

Unas cuantas palabras.

Los centímetros imperfectos de mi dedo en la boca.

Ya sabes que cuando pienso de más mi pierna se mueve.

Incontrolable el suspiro.

Deshago mi rizo, buscando refugio.

Hoy el hueco corrosivo de inferioridad sumada,

prestada,

regalada

y vendida sin recibo,

me lleva a ahorcarme,

a fastidiarme la existencia.

Alguien me dijo una vez que toda yo era triste.

Escrito el 19/10/07

1 comentario:

Javier dijo...

Excelente blog, simplemente interesante. Primera vez que entro. Me gusta lo que leo. Felicidades. Pd: No creo que seas triste.