Yo lloro tristezas que no son mías.
Palabras que me arrastran y que yo nunca he dicho.
Debe haber algún enlace,
algún hilo parecido,
del mismo color,
que haga que mis piernas se aguanten
y los ojos se empañen tan fácilmente.
Ella con su imaginación,
Con su tiempo,
Con sus huesos,
Sus depresiones,
Sus cajas,
Sus salvavidas,
Me ha dejado verla y desconocerla.
-conociéndola en el fondo sin saberlo-
Y me deja ríos que me ahogan
Y que ni siquiera de allí he tomado agua.
Esa culpa no es mía.
Ni los pedazos de lágrimas que me ofreces.
Tampoco lo son estas letras y formas,
Ni los puntos ni las comas.
Es admiración literaria,
De vidas pasadas,
De inteligencia envidiada,
Y de niña con hambre.
Componga su canción y deje de llevarme con usted.
¿No se da cuenta de que duele?
-sin haber motivos,
Ni mucho menos pensamiento-
Deje de robarse,
Con sus letras y dolor derramado,
Mis sonrisas recortadas con tan mal aspecto.
Deje de llorar,
Porque hace que yo lo haga.
-sin conocerla,
Ni entenderla-
Déjeme a mí con mi tristeza,
Y por favor…
No me sume otra.
Escrito el 21/11/07
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