viernes, 22 de febrero de 2008

Derramamiento II


Quizás esta gota se evapore con tu beso. Dejando mi conciencia vacía.
Tanta agua –líquido, fluidos- invaden mi vida y mi lógica absurda.
Cuando humedezco mis manos, por los delirios de mis ojos,
compruebo irrefutablemente que todo mi talento es ese. Derramarme.
Ser charco de utopías. –Galimatías inútiles-.
Cuando me conozco como una muñeca frágil, descocida y sucia -abandonada en el rincón- todas mis gotas sucumben a ese capricho metafórico y me lloro lo que imagino y detesto.
Porque inventarme sufrimientos también lo sé hacer bien.
Llenarme de huecos por donde pasan mis males.
Quitarme tajos de piel por saborearme la dulce dolencia que es deprimirse.
Pincharme los dedos por puro gusto.

Yo ya me harté de odiarme.
De apuñalarme los pies.

¿Cuánta sangre y lágrimas puedo gastarme cuando amo?

Ya este vicio me cansa y duele.
Quiero dormir, te lo juro, eternamente en tus piernas.
Olvidarme de todo e inventarme alas con tu aliento, con tus brazos.
Irme lejos y secarme.
Ya basta de derramarme.


Viernes 15/02/08

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