domingo, 31 de agosto de 2008

(no tittle)[lamisère]

de Rubén Darío Carrero

gracias, poeta, por esto.

Esta noche

la realidad es excesiva.

Mis ojos no pueden ser.


Es una locura que busco

como caracol despedazado.


¡Sostén mi Dios arrodillado!


Búscame, búscame

mucho más adentro.


Toma mis poemas

y libéralos.

2 comentarios:

Rubén Darío Carrero dijo...

Ni yo mismo recordaba estos versos, escritos aquella noche In Vino Veritas, ¡Qué noche!. Mientras recitabas y tu lengua inundaba aquel lugar, la gente impaciente te buscaba más allá de lo que decías. Yo te veía, te contemplaba y me preguntaba:¿Y para qué poetas? ¿Para qué la poesía? como un ebrío y falso Holderin. Me gustaria responder como el amado Becquer a la misma y última pregunta: "Poesía eres tú". Pero Becquer nació en la España del siglo XVIII como un fantasma europeo de la edad media. ¡Romantico tardío!.
Pues, todavía no lo sé. De todas maneras, allí esta ese poema que es signo de mí poesía hacia tu poesía así como cualquier Dios es signo del cielo.

Poeta, gracias por esa noche en que conocí tu poesia y vendrán mas noches si asi me lo permites.

Jeanfreddy Gutiérrez dijo...

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