lunes, 11 de agosto de 2008

Soliloquio


III


A veces, al desnudarme,

recorro con mi índice...................a ver si te consigo

el vientre y la espalda que marcaste

con tu lengua y manos frágiles

buscando salvarte del diluvio.


Lentamente,

intento en mi ombligo,

y tras un fallo de oxígeno

sigo buscando tu contorno.

Nada encuentro y tomo aire

para inundarme en tu infierno

y darle una mano..........o dos dedos

a esa niña que te espera

para salvarla de su encierro.


Entonces, grita.

Porque estás

invisible y de humo

en cada poro de mi cueva

bebiendo el agua fértil

de esa fuente que amaste.


Cuando todo pasa

tanteo el aire y mi cama

siendo el ciego que llora

la mano silente

el mendigo que pide


No te encuentro.


Decido dormir

y retirar las sábanas,

pues deprimen mi sueño

y asquean mi felicidad onanista.


Pero se repite.

.............Se repite la inútil nostalgia.


A veces,

al desnudarme antes de dormir,

recorro con mi índice el aire

a ver si te consigo.

27.07.08

6 comentarios:

Dopzihon dijo...

tu soliloquio me seduce desde el título, por mi debilidad peregrina ante algunas palabras, lo veo redondo, como dando vueltas sobre una silla, cito a saramago: "el verdadero eterno retorno es el de las palabras" :)

Maily Sequera dijo...

que belleza y qué terrible
pero qué te puedo decir?
somos mujeres
envídio la ausencia de pudores tontos que -sinceramente- a los escritores no les sirve para nada.
buena ésta, poeta.
todo un golpe.

Andre@ dijo...

Me encanto este post!!
Es que así somos, así sentimos.. así se sigue amando una piel... y podría seguir escribiendo eternamente razones por las que me gusta..
Está perfecto!!

Rubén Darío Carrero dijo...

Este poema es una confusa mezcla de cierta poesía anonima, de una novela policiaca francesa que leí hace algunos años, del maquillaje que utilizaba una modelo de Tolusse Lautrec y de una película que contaba las anecdotas de un mediocre aviador argentino, (quisiera volver a verla pero ya no tengo HBO).

Mí tierna e ingenua pornografa, la poesía con la que te descubres me hace sentir como mil hombres.
Todas las mujeres son tan superficiales y estupidas que prefieren entregar el alma a su cuerpo. Pero quién eres tú? Eres carnación y sueño en tus versos divididos.

Abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

No se que me mareó más, las palabras o los comentarios. Anyway, esto es piel el mía. Deliciosa piel.
Buen post.

Rubén Darío Carrero dijo...

Mai: El pudor es una palabra inventada en los baños de las universidades londinenses. Un escritor mantiene siempre una lucha contra eso que los demás callan, y lo desnuda, lo pervierte todo en nombre de la humanidad pasajera y secreta.

No tengas miedo a ensuciarte el alma.

Andi es un clamoroso lodazal de primavera nordica.